domingo, 4 de mayo de 2014

TESTIMONIO REAL DE UNA MUJER CON ENDOMETRIOSIS

La endometriosis es una enfermedad que todavía no es muy conocida. Se genera por la presencia de tejido anormal que recubre el útero y en otras zonas del abdomen. Las células de este tejido se comportan exactamente igual que las del endometrio durante el ciclo mentrual, se irritan y sangran, causando un dolor insoportable y la irritación de los tejidos circundantes.
Las consecuencias más comunes de la enfermedad son la infertilidad, el dolor crónico y el cambio de hábitos sexuales en la pareja, que se enfrenta a un cambio en muchos aspectos de su vida: en primer lugar a la idea de que una gran crisis puede llevar a la persona afectada a una hospitalización inesperada en cualquier momento.
¿Triste, verdad? Bueno, no siempre...
Soy Manuela, tengo casi 31 años (aunque en mi pastel de cumpleaños continuará mostrando un orgulloso y fantástico 23) y por supuesto, tengo endometriosis.
Hace 17 años que llevo sufriendo con muchos ciclos menstruales, muchas bolsas de agua caliente y muchas hospitalizaciones, pero me diagnosticaron hace tan solo 2 años y desde entonces estoy tratándome para lidiar contra esta enfermedad.
Y como mi historia, hay muchas, como si nuestra sociedad estuviera acostumbrada a ver mujeres que sufren sin darse cuenta de lo que les pasa realmente.
Cuando me moría de dolor debido al ciclo menstrual, mi abuela, santa mujer, me daba infusiones de laurel y me decía que no desesperara, mientras mi madre se desmayaba...
Es como si un día, de buenas a primeras, te dicen que han declarado la guerra en tu país, pero... ¡tranquila, hay un refugio!
Con el tiempo, sin embargo, en medio de rocambolescos pensamientos, encontré al menos 6 buenas razones para reírse de la enfermedad, pequeñas cosas que me ayudan cuando me encuentro en la enésima hospitalización.
1. Tengo la excusa perfecta para no hacer el amor si no me apetece
Si una noche mi novio se pone más cariñoso de lo habitual, pero a mí me apetece menos que ponerme a limpiar el cuarto de baño la mañana de un domingo, ¡esto me sirve como excusa!
Muchas personas no saben que la endometriosis tiene un pequeño inconveniente: el dolor durante el coito. El 40% de las parejas no es capaz de tener una vida sexual placentera, sino que el sexo se convierte en un proceso lleno de ansiedad, incluso en muchos casos se abandona la práctica por completo.
Este aspecto tiene consecuencias difíciles de llevar en la vida en pareja: la culpa, las acusaciones de falta de deseo, la dificultad para sentirse atractiva y sexy para la pareja, el distanciamiento mutuo, la búsqueda de excusas para no tener que decir no de una forma brusca. A menudo, acudir a algún profesional puede ayudar a recuperar la intimidad. Según explica el Dr. Matteo Monego.
¿Me quiere? ¿Incluso si no hace el amor conmigo durante meses?
Pensamientos de este tipo revolotean por la cabeza de una mujer que padece endometriosis en los primeros momentos que topa con la enfermedad.
Poco a poco, con esfuerzo y ayuda avanzas en el camino para recupertar la posesión de tu intimidad, y notas cómo la angustia va desapareciendo, pero además podemos verlo de otro modo: los hombres tienen una sección del cerebro dedicada exclusivamente al sexo, así que si él acepta eso... ¡es que seguro que es Amor Verdadero! ¡Del que se escribe con mayúsculas!
2. Mi hermana ha dado un paso atrás en su guerra por conseguir a toda costa una sobrinita
Tengo una hermana con una vocación especial para ser tía. Durante años, lo que le obsesionaba era tener una sobrina para llevarla a clases de balet y mimarla a más no poder. Llamadas anónimas, mensajes subliminales,... ¡estaba preparada para cualquier cosa que hiciera falta! Pero desde que fui diagnosticada con endometriosis, su campaña sufrió un revés -supongo que paró para estudiar cómo seguir con su plan- pero por ahora es bueno, ¡se ha detenido!
La endometriosis a menudo provoca infertilidad. A veces porque el organismo desarrolla mecanismos de defensa de tal manera que el cuerpo reconoce al embrión como extraño, a veces porque la enfermedad impide el desarrollo de una ovulación adecuada, y otras veces porque aunque el óvulo haya sido fecundado no se implanta y el hecho de convertirse en madres de forma natural se convierte en algo altamente improbable.
A menudo, las reacciones más comunes que experimenta una mujer en este caso son fatiga, ansiedad, ira, irritabilidad, tristeza, sentimientos que llevan a la depresión: lo que ocurre es que las mujeres se culpabilizan ante la imposibilidad de tener hijos y tienen sentimientos de hostilidad y enfado hacia personas -a menudo amigos- que se han convertido en padres fácilmente. Matteo Monego.
Bueno, para mí esta experiencia ha reforzado una idea que siempre había tenido en la cabeza. Yo siempre había pensado que si me convertía en madre sería porque adoptaría, me parecía una idea muy dulce el darle un hogar y la seguridad necesaria a un niño o niña que de otro modo quizá no lo hubiera tenido. Un día una compañera del trabajo me dijo: "en Colombia prefieren dar a los niños en adopción a los extranjeros, porque de ese modo tienen mejores condiciones de vida". Quién sabe, quizá algún día me veais como Angelina Jolie, vestida con un precioso pashmina exótico en el aeropuerto con un precioso bebé latino entre los brazos, como una verdadera diva... Y, además, ¿acaso soy menos bella yo que la Jolie?
3. ¡Por fin soy libre de vacaciones en un camping!
Si hay una cosa que atrae a todos los hombres... ¡es el camping! ¿Cómo divertirse en un lugar donde la posibilidad de tener agua caliente cuando te plazca es un sueño, y el acondicionador de pelo no existe...? ¡Vamos, lo que es una alegría inmensa para una mujer que tiene en cuenta, aunque sea un poco, su higiene personal! Porque nunca se sabe cuándo un quiste de endometriosis puede explotar, y no es recomendable hacer esfuerzos físicos y aumentar con ello las posibilidades de que eso ocurra... ¡así que el estilo de vida de una mujer aventurera queda definitivamente fuera de mis planes!
En casos más graves en los que se descubre que la enfermedad está muy avanzada, la calidad de vida se ve afectada de forma inevitable. También, al no poder llevar una vida "normal", puedes perder el trabajo porque quizá haya un día en que no seas capaz de moverte de la silla por el dolor, o porque sean frecuentes las ausencias en la oficina. Todo esto no acompaña a causa de la falta de reconocimiento por parte del Estado, que se niega a dar la discapacidad, algo que provoca incluso más sensación de frustración.
Dr. Monego: Muchas mujeres sufren problemas en el trabajo, en parte porque a menudo se ven forzadas a cogerse días libres, en parte porque no cuentan con la solidaridad de los compañeros. Y, una vez que la mujer decide dejar el trabajo, negando posibilidad de llevar una vida "productiva", se abre el camino a la depresión. La información sobre esta enfermedad y sus efectos todavía es escasa: el 80% de las mujeres que sufren esta enfermedad abandona la vida laboral, debido a que los problemas que provoca la endometriosis a nivel físico inevitablemente acaban teniendo repercusión en el ámbito laboral. Muchas mujeres dejan el trabajo porque no pueden sobrellevar su enfermedad, y los problemas que esto conlleva como mínimo 6 días al mes. Durante años, las asociaciones que se ocupan de la endometriosis llevan una lucha para que la enfermedad sea reconocida como una causa para solicitar la discapacidad.
Pero en el mundo actual, donde el teletrabajo es una posibilidad, quizá la endometriosis puede ser una buena excusa para trabajar como freelance, cómodamente sentados en el sofá de su casa y lejos de compañeros molestos,... o puede convertirse en la motivación perfecta para irse de vacaciones a lugares con excelentes hospitales.
¿Tu marido quiere ir a vivir una aventura con los sherpa en el Himalaya? Lástima, mejor ir a un Hilton cinco estrellas en el centro de Nueva York... Y si no puede prescindir de la emoción de volver a la tierna edad de los 13 años, como un intrépido explorador repleto de barro y suciedad, siempre puedes enviarlo de vacaciones con sus amigos: yo aprovecharé la oportunidad para tumbarme en la playa de Barcelona con un mojito, junto a unos buenos amigos,... además el hecho de que en Barcelona se encuentre uno de los mejores centros de Europa para la endometriosis, es, por supuesto, sólo una coincidencia maravillosa.
4. Soy la única de mis amigas que no teme a la operación bikini
Cuando una mujer sufre endometriosis es importante evitar las grasas y los azúcares, las carnes rojas y los quesos. Los quesos en particular contienen una gran cantidad de estrógenos que podrían exacerbar los trastornos dependientes de las hormonas que afectan a la endometriosis.
La idea de seguir una dieta que dura hasta la menopausia no es precisamente atractiva. La comida, además de ser una fuente de nutrición, tiene muchos significados a nivel psicológico: es una fuente de placer, emoción, buen humor, y a menudo tiene un carácter compensatorio. Renunciar a una porción de tarta o a una copa en determinadas ocasiones -por ejemplo cumpleaños o celebraciones- no es fácil y, sin duda, no ayuda a vivir con tranquilidad las relaciones sociales. Comenta el psicólogo.
Pero aunque es cierto que te sientes hambriento la mayor parte del tiempo, hay que tener en cuenta que cuando se trata de la temporada cercana al verano, la temporada en que muchas mujeres empiezan la dieta, las pacientes con endometriosis no tienen ningún problema, porque están en mejor forma que las modelos que se lucen en Cibeles cada año.
Olvídate de las lamentaciones y del control obsesivo de las calorías, de la carrera para estar estupenda en bikini, de las conversaciones con amigas sobre cuántas calorías tiene aquello o lo otro. Tu siempre estarás más en forma y más delgada, sin preocuparte por la celulitis en ningún momento...
5. No hay riesgo de una boda por la fuerza
Existe una sensación devastadora que no experimentará una mujer que padezca endometriosis: que su novio se case con ella solo porque está embarazada.
Si buscas en Google la pregunta "¿Cómo salgo de esta?", aparecen muchísimos testimonios de hombres que se casaron con su novia porque estaba embarazada, y declaran abiertamente que no la aman, afirman sentirse en una situación sin salida por su reciente paternidad, hombres que se casaron en una bonita iglesia e invitaron a 150 familiares al feliz enlace sin quererlo ni beberlo...
¿Te haces una idea de cuántos hombres piden asesoramiento jurídico, y que se sienten atrapados? Los sentimientos de pesar y frustración a causa de un matrimonio infeliz puede acompañar a uno de los cónyuges, lo que lleva a una relación incompleta y al deseo de divorciarse poco tiempo después.
Matteo Monego: Por otro lado, la conciencia de no poder procrear, un aspecto fundamental de la feminidad, es difícil de sobrellevar para una mujer, sin importar el deseo de tener hijos, ser madres... al menos potencialmente, el pensamiento de tener esa posibilidad está profundamente arraigado en el alma de la mujer. Con frecuencia, tener la fuerza para renunciar no es fácil.
Mi novio puede dormir tranquilo, no puedo llegar a casa con una embarazosa sorpresa, y si decidimos casarnos tendremos tiempo de sobra para hacerlo...
6. Adiós al ciclo menstrual
Seamos realistas, ¿cómo somos las mujeres cuando tenemos el síndrome premenstrual?
Somos un péndulo que oscila a merced de emociones tan diversas provocadas por las hormonas que nos hacen incluso volvernos locas a nosotras mismas, y al final de los días lo expulsamos como un ser ajeno a nosotras, un alien loco que nos tiene poseídas durante unos días y que acaba fuera de nosotras, sangrando en la cama, dolorido, pero con los ojos llenos de miedo como un cervatillo ante Jack El Destripador.
En muchos casos, el único tratamiento disponible en la actualidad para la endometriosis es la detención del ciclo menstrual o la menopausia temprana. Evitar el ciclo menstrual no solo hace desaparecer el dolor, sino que también elimina la posibilidad de sufrir esos bruscos cambios de humor, sofocos, etc.
¿Qué es lo que a la mayoría de personas asusta del síndrome premenstrual?
En esos días en los que el alien maléfico se apodera de nosotras, el hombre va intentando esquivar nuestros altibajos emocionales, intentando sobrevivir durante esos días de la mejor forma posible; yo siempre me lo he imaginado como un joven Indiana Jones en busca de su novia secuestrada por el demonio del ciclo.
Bueno, alguna ventaja tenía que tener para la vida en pareja el tener endometriosis... ¿no?
Las noches en vela por el dolor no faltan, la bolsa siempre está lista para una posible hospitalización,... y es que la paranoia de que algo pase siempre está presente. Pero aún así, con un poco de ironía y mucha paciencia, puedes conseguir llevar una buena vida, y tal vez encuentres como yo a un hombre (o mujer) que te quiera a pesar de todo y para siempre, exactamente como eres, y por qué no... consigas que te traiga la taza de té de hierbas antes de ir a dormir y nunca te deje llevar las bolsas de la compra: ¿acaso no te has ganado el derecho a estar cansada?
Es muy importante ser capaz de compartir tus emociones y pensamientos. Ponte en contacto con un experto en primer lugar, te permitirá tener un enfoque científico de la enfermedad, para exorcizarla y conocer todos los aspectos importantes. Confiar en tu pareja te hará sentirte menos aislada, para evitar malos entendidos y pensamientos alejados de la realidad, para recuperar la intimidad y disfrutar de una vida sexual satisfactoria. También la relación con otras personas te ayudará a sentirte menos sola, a no ocultarte y a no avergonzarte de tu estilo de vida.
Dr. Matteo Monego.

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