Este fantástico libro
está dirigido en especial a las mujeres, pero al igual que ellas un hombre
también puede sufrir del síndrome de amar demasiado, así que en esta obra podrá
encontrar ayuda.
Como tal, es más una
herramienta que intenta contribuir a reconocer los modelos destructivos de
relacionarse, comprender el origen de esos patrones y obtener las herramientas
necesarias para cambiarlos. Se examinan a fondo los motivos por los que tantas
mujeres, en busca de alguien que las ame, parecen encontrar inevitablemente
parejas nocivas y sin amor. Se explica también por qué, una vez que se sabe que
una relación no satisface nuestras necesidades, cuesta tanto ponerle fin.
Viven tan obsesionadas
con su relación que apenas pueden funcionar como personas. A pesar de todo el
sufrimiento y la insatisfacción que acarrea, amar demasiado es una experiencia
tan común para muchas personas que casi están convencidas que es así como deben
ser las relaciones de pareja. La mayoría de las mujeres han amado demasiado por
lo menos una vez en sus vidas.
La autora nos dice que
estamos amando demasiado cuando:
ESTAR ENAMORADO SIGNIFICA SUFRIR.
La mayoría de
conversaciones están relacionadas con los problemas, ideas, acciones y
sentimientos de la relación como problemas debidos a una niñez infeliz y
tratamos de convertirnos en su ayuda.
Disculpamos o
justificamos su mal humor, su indiferencia y sus desaires.
LEEMOS UN LIBRO DE AUTOAYUDA Y
SUBRAYAMOS TODO LO QUE LO AYUDARÍA A ÉL.
Cuando no nos gustan
muchas de sus conductas, valores y características básicas, pero las soportamos
tratando de compensarlas con mejoras es nuestras actitudes.
Cuando nuestra
relación perjudica nuestro bienestar emocional e incluso, quizá, nuestra salud
e integridad física.
Aunque la autora se
enfoca más a personas con relaciones enfermizas, es también una guía para
quienes desean aprender mejor como puede evaluarse una relación sin caer en el
deterioro de la misma.
El libro examina el
por qué muchas mujeres necesitadas de amor encuentran parejas nocivas y sin amor
y el por qué cuesta tanto poner fin a esa relación y cómo esas ansias de amar
se convierte en una adicción.
La obsesión por una
pareja radica en el miedo y no en el amor, miedo a estar sola, miedo a no ser
dignas o a no inspirar cariño, miedo a ser ignoradas, abandonadas o destruidas.
Y el amor se da amor con la desesperada ilusión de que la pareja se haga cargo
de nuestros miedos, y estos miedos se convierten en LA FUERZA QUE IMPULSA NUESTRA VIDA. Y TRATAMOS DE AMAR MÁS AÚN.
La autora descubrió
este fenómeno de amar demasiado en las parejas (co-adictas) de alcohólicos y
adictos a las drogas y a diferencia de sus pacientes, eran sus mujeres las que
siempre provenían de familias disfuncionales y de este modo revivían aspectos
de su niñez.
Características
típicas de las mujeres que aman demasiado:
PROVIENEN DE UN HOGAR DISFUNCIONAL
QUE NO SATISFIZO SUS NECESIDADES EMOCIONALES.
Habiendo recibido poco
afecto, trata de compensar indirectamente esa necesidad insatisfecha
proporcionando afecto, en especial a hombres que parecen, de alguna manera,
necesitados.
Debido a que nunca
pudo convertir a su(s) progenitor(es) en los seres atentos y cariñosos que
ansiaba, reacciona profundamente ante la clase de hombres emocionalmente
inaccesibles a quienes puede volver a intentar cambiar, por medio de su amor.
Como la aterroriza que
la abandonen, hace cualquier cosa para evitar que una relación se disuelva.
Casi ninguna cosa es
demasiado problemática, tarda demasiado tiempo o es demasiado costosa si
“ayuda” al hombre con quien está involucrada.
Acostumbrada a la
falta de amor en las relaciones personales, está dispuesta a esperar, conservar
esperanzas y esforzarse más para complacer.
Está dispuesta a
aceptar mucho más del cincuenta por ciento de la responsabilidad, la culpa y
los reproches en cualquier relación.
Su amor propio es
críticamente bajo, y en el fondo no cree merecer la felicidad. En cambio, cree
que debe ganarse el derecho de disfrutar la vida.
Necesita con
desesperación controlar a sus hombres y sus relaciones, debido a la poca
seguridad que experimentó en la niñez. Disimula sus esfuerzos por controlar a
la gente y las situaciones bajo la apariencia de “ser útil”.
En una relación, está
mucho más en contacto con su sueño de cómo podría ser que con la realidad de su
situación.
ES ADICTA A LOS HOMBRES Y AL DOLOR
EMOCIONAL.
Es probable que esté
predispuesta emocionalmente y, a menudo, bioquímicamente, para volverse adicta
a las drogas, al alcohol y/o a ciertas comidas, en particular los dulces.
Al verse atraída hacia
personas que tienen problemas por resolver, o involucrada en situaciones que
son caóticas, inciertas y emocionalmente dolorosas, evita concentrarse en su
responsabilidad para consigo misma.
Es probable que tenga
una tendencia a los episodios depresivos, los cuales trata de prevenir por
medio de la excitación que proporciona una relación inestable.
No la atraen los
hombres que son amables, estables, confiables y que se interesan en detalle.
Esos hombres “agradables” le parecen aburridos.
OPINIÓN
¿Es posible que
nuestras ganas de amar o por tener la pareja soñada, se pueda convertir en una
obsesión?
Las mujeres que “aman
demasiado” son aquellas que se sienten atraídas por hombres problemáticos,
distantes, inaccesibles. Mujeres que luego quedan enganchadas a situaciones
conflictivas por haber formado pareja con un hombre inadecuado.
Detrás de cada
obsesión esta el miedo, el miedo de no ser amados como deseamos, de que nos
abandonen, de perder esa vana ilusión de pensar que esa persona va a
solucionarnos nuestros miedos. Y al no lograrlo esos mismos miedos y obsesiones
se vuelven tan parte de nosotros que el dar amor para recibirlo de la misma
manera, se convierte en la meta más grande que da sentido a nuestra existencia.
Desgraciadamente si esto no da los resultados que esperamos lo único que
hacemos es hundirnos aún más.
Antes de que sea
demasiado tarde para la relación y que termine de mala manera o se desintegre
del todo, existen alternativas. El primer paso es darnos cuenta que tenemos un
problema, que el problema radica en nosotros y que en nosotros también esta la
solución.
Si tomamos el control
de nuestras vidas, aprendemos que para dar y recibir amor primero debemos
amarnos a nosotros mismos y que nadie tiene la culpa de lo que nos sucede sino
que nosotros con nuestras actitudes y miedos hemos atraído esas experiencias y
que siempre de una experiencia podemos aprender .
CONCLUSIÓN
Amar demasiado no
significa amar a demasiados hombres/mujeres, ni enamorarse con demasiada
frecuencia, ni sentir un amor genuino demasiado profundo por otro ser. En
verdad, significa obsesionarse por una persona y llamar a esa obsesión “amor”,
permitiendo que esta controle nuestras emociones y gran parte de nuestra
conducta y, si bien comprendemos que ejerce una influencia negativa sobre
nuestra salud y nuestro bienestar, nos sentimos incapaces de librarnos de ella.
Significa medir nuestro amor por la profundidad de nuestro tormento.
En este libro, al
igual que en tantos libros de “superación personal”, hay una lista de pasos a
seguir a fin de cambiar. Si usted decide que realmente desea seguir esos pasos,
necesitará años de trabajo y nada menos que su dedicación total. No hay atajos
para salir del patrón de amar demasiado
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