Andrés ha mejorado mucho en las sesiones de terapia online. Realmente
ha comprendido lo que le ha ocurrido tantas veces, y es que es una persona con
una serie de características personales que lo hacen más susceptible y
sensible, es tímido en los primeros contactos y le cuesta enormementedecir que
no cuando alguien le pide algo. De hecho sus problemas principalmente derivaban
de esta debilidad. Me cuenta en una de las sesiones de terapia que esta es la
tercera vez que le ocurre lo mismo, empieza a hacer favores a alguien al que no
quiere negarle su ayuda, tras lo cual esta ayuda se convierte en una
responsabilidad y obligación, poco a poco Andrés va entrando en una rueda de
obligaciones (en este caso a su jefe), que cuando consigue salir se plantea una
y otra vez…
¿Por qué no aprendo de mis errores? ¿Qué me ocurre para no darme
cuenta de cuando estoy entrando en esta rueda?. Su mujer y su hermano se lo
dicen constantemente, Andrés parece que no aprendes…. Pero ¿aprende en realidad
Andrés algo de todo esto? ¿Qué podría hacer para, ademas de aprender de sus
errores, sobre todo para detectar cuando se está equivocando y pararlo a
tiempo?
1. HACER UN REPASO DE LO OCURRIDO
A través de nuestros errores tenemos la oportunidad de reflexionar y
aprender algo nuevo. Cuando revisamos las consecuencias de una acción que
acabamos de realizar, es cuando podemos reconocer el error que cometimos.
Debido a esto, nos resulta tan difícil prevenir algunos errores, porque sólo
podemos reconocerlos una vez que los hemos cometido. Es por ello que debemos
pararnos a pensar en eso que nos ha ocurrido. En ocasiones anteriores Andrés se
culpaba de todo lo que ocurría, todos y cada uno de sus fracasos se debían a su
supuesta incapacidad de gestionar las situaciones sociales, lo cual hemos
comprobado en las sesiones de terapia que no es cierto.
2. DETENTE EN TUS EMOCIONES
Si acostumbras a leer mi blog sabrás la gran importancia que le doy al
mundo de las emociones. Es importante que cuando estemos avanzando en esa rueda
nos paremos a analizar nuestras emociones. Por supuesto que hay emociones
negativas tales como el miedo, la angustia, la tristeza, etc…. y no por el
hecho de sentirlas ya va a significar que estamos entrando en una rueda
peligrosa, pero sí has de valorar la equivalencia entre el suceso y la emoción,
piensa en términos de equilibrio, ya que si sientes una angustia que catalogas
con nivel 7 (de o a 10) porque se te haya olvidado traerle el café al compañero
que te lo pidió antes de salir a desayunar, vemos que hay un gran desequilibrio.
3. MIRA A TUS MIEDO A LA CARA
El miedo, como bien sabes es una más de las emociones descritas
anteriormente, pero prefiero darle el lugar que se merece. Todos tenemos
miedos, de hecho tenerlos hasta cierto punto es sano, ya que nos protege de los
peligros a los que nos podemos enfrentar. Aún así debemos estar atentos a
nuestros miedos, tenerlos muy bien identificados para cuando aparezcan poder
marcarlos, imagínate que el miedo es como un rotuladores de los fluorescentes
que utilizábamos para estudiar en la carrera, pues bien, de esta manera te será
más fácil identificarlos y cuando aparezca una situación ya verás esas
ficticias líneas marcadas de amarillo para que puedas verlas al segundo. Si
tienes muy claro que tus miedos se centran en cuando tienes que hablar ante un
superior o ante alguien del sexo opuesto, te será más fácil identificar ese
miedo para poder trabajarlo.
4. NO TE CASTIGUES
¿Qué hacemos cuando alguien se equivoca?. Muchas veces castigamos ( o
nos auto – castigamos, si ese “alguien” somos nosotros mismos. ¿Crees que es el
castigo una manera efectiva de tratar un error? ¿Qué es lo que produce un
castigo? Generalmente aquello de lo que os hablaba anteriormente, miedo sobre
todo, pero también resentimiento, vergüenza, culpa, etc.
¿Mejora esto nuestra capacidad de actuar de una forma más efectiva?
Como te podrás imaginar, no.
5. TRABAJA TU FONDO
Hace poco me decía el monitor del gimnasio que sin trabajar el fondo
no tendremos grandes resultados. Es ese fondo al que me refiero, has de
trabajar la autoestima, que es ese gran motor que nos hace caminar por el mundo
seguros, con buen talante. Otra parte importante de ese fondo la forman la
confianza y la seguridad en uno mismo, con ella darás pasos de gigante en tu
nuevo mundo por conquistar. Intenta forjar relaciones sólidas basadas en
valores de confianza, respeto, apoyo mutuo, etc.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario