Un cerebro saludable
es fundamental para una vida sana. No obstante, frecuencia se ponen en práctica
distintos hábitos que resultan perjudiciales, según la Organización Mundial de
la Salud (OMS). Recientemente la prestigiosa entidad ha listado todo aquello
que se debe evitar para mantener el cerebro en buen estado, en base a un
estudio realizado por neurocientíficos de la Universitat Pompeu Fabra. Algunos
parecen obvios pero vale la pena recordarlos por escrito. Otros no son tan
evidentes:
1. No desayunar. Las
personas que no desayunan no poseen un nivel óptimo en azúcar y proteínas.
Estos nutrientes son necesarios v sobre todo en las primeras horas del día, ya
que evitan la degeneración del cerebro. De hecho, son varias las
investigaciones que han constatado que la omisión del desayuno provoca un
estado fisiológico que afecta negativamente a la función cognitiva y al
aprendizaje, ya que el cerebro es sensible, a corto plazo, a la omisión de la
disponibilidad de nutrientes.
2. Cubrirse la cabeza
para dormir. Cuando se duerme con la cabeza tapada aumenta la concentración del
dióxido de carbono en el cerebro y ocasiona efectos dañinos en éste. Otros
datos: según un estudio publicado en 2008 en la revista Pediatrics, hasta un
25% de los bebés que mueren por el síndrome de muerte infantil súbita suelen
aparecer con sus cabezas cubiertas con la ropa de cama. Esto respaldaría las
recomendaciones de evitar cubrirles las cabezas a los bebés para reducir el riesgo.
3. Alto consumo en
azúcares. El exceso de azúcar interrumpe la absorción de proteínas y, si el
cuerpo no consume correctamente los nutrientes, el desarrollo del cerebro se ve
interferido.
4. Falta de actividad
física. Sugieren que el ejercicio físico puede cambiar la estructura y el
funcionamiento del cerebro, así como lo mantiene saludable. Es bien sabido que
sí, que la práctica habitual de ejercicio aporta beneficios inmensurables en
nuestra salud mental.
5. Dormir poco. El
sueño aumenta la reproducción de las células que participan en la formación de
la mielina, el material aislante en las proyecciones de las células nerviosas
en el cerebro y la médula espinal. Un estudio británico llevado a cabo por
investigadores del departamento de Epidemiología y Salud Pública del University
College London, realizado sobre 5.431 personas, aseguraba que dormir menos de 7
h se asocia con una merma de las funciones cerebrales y cognitivas. Dormir lo
suficiente es, en resumen, clave para las normales funciones cerebrales, es
reparador, y ayuda a una mejor concentración y a procesar mejor y de forma más
rápida nuevas informaciones.
6. Forzar al cerebro
durante una enfermedad. Trabajar o estudiar mucho cuando uno está enfermo es
muy dañino, ya que puede provocar una disminución en la eficacia del cerebro a
largo plazo. Por lo tanto, se recomienda descansar cuando uno está enfermo.
7. Fumar. Ya se sabe
que fumar es un hábito que daña la salud en general. Sin embargo, la exposición
al cigarro en lugares cerrados durante más de 1 h tiene efectos en la
vascularización del sistema nervioso central.
8. Comer demasiado. La
investigación publicada afirma que tras permanecer un tiempo a dieta se activan
genes ligados a la longevidad y al buen funcionamiento del cerebro. Otro
estudio, publicado en la revista Cell en 2008, indicaba también en este sentido
que comer de más “enloquece” al cerebro y genera un daño que podría causar
diabetes, enfermedad cardíaca y otras dolencias. En concreto, aseguraban,
consumir mucha comida parece activar senderos del sistema inmunitario
habitualmente dormidos en el cerebro, lo que hace que las células inmunitarias
ataquen y destruyan a invasores que no están allí.
9. Vivir en soledad.
La corteza prefrontal, situada sobre los ojos, es más grande cuanto aumenta el
número de amigos con los que contamos. Es bien sabido que la soledad aumenta
las probabilidades de mortalidad en muchas personas, sobre todo de la tercera
edad.
10. Vivir en un
entorno contaminado. Poco hay que hacer con este mal llamado hábito, porque
para muchos no hay más remedio que vivir en una ciudad, por comodidad, por
trabajo, o simplemente porque se ha nacido ahí. Sea como sea, siendo
conocedores de que el cerebro es el órgano que más oxígeno consume, permanecer
en un lugar contaminado disminuye el suministro de oxígeno al cerebro, lo que
provoca una insuficiencia del mismo.
11. Tener reacciones
violentas y padecer mucho estrés. La reacciones sorpresivas o de estrés
provocan endurecimiento de las arterias cerebrales, lo que con el tiempo
disminuye nuestra capacidad mental.
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