Imagínate esta escena. Una chica se enamora de un muchacho. Él se
siente atraído a ella también. Todo parece ir muy bien. Sin embargo, después de
unas cuantas citas, el chico empieza a enfocarse en pequeños defectos y siente
un poco de ansiedad. Un buen día, cuando recibe una llamada de su novia
comienza a sudar y cuando ella le dice que quisiera invitarlo a cenar en la
casa de sus padres su corazón empieza a acelerarse y no puede respirar, hasta
se siente mareado.
De repente, decide terminar con la relación. ¿Qué sucedió?
Pues parece que este muchacho
sufre de filofobia…
¿QUÉ ES LA FILOFOBIA?
Dicho sencillamente, es el miedo a enamorarse o a entrar en una
relación romántica. Sin embargo, en casos más agudos puede abarcar hasta el
miedo de sentir amor de familiares y amigos.
La filofobia no se trata del nerviosismo normal que ocurre cuando uno
comienza a conocer a alguien que le gusta. No son simples mariposas en el
estómago. El temor es tan intenso que pone en marcha varios mecanismos de
defensa. Igual que una persona se vale de algún arma para defenderse cuando
siente que la están atacando y que está en peligro, así mismo la persona con
filofobia se vale de ciertos patrones de conducta cuando siente que va a
enamorarse.
¿CUÁLES SON ESTOS PATRONES DE CONDUCTA ASOCIADO CON LA FILOFOBIA?
Como el chico de nuestra historia, un mecanismo de defensa muy común
para las personas que sufren de filofobia es buscar defectos en su pareja.
Luego usan esos supuestos defectos como justificación para no profundizar sus sentimientos.
Muchos filofóbicos también se encaprichan con obtener relaciones
inalcanzables, así no tienen que enfrentarse a su problema con la intimidad,
sino que tratan de convencerse a sí mismos de que sí pueden amar, pero que su
amor es imposible.
Otros provocan disputas para que la otra persona termine la relación.
Muchos de estos conflictos tiene que ver con los celos, ya que, como se explica
en theclinic.cl, en el artículo Filofobia: Fobia al amor, “la idea de que su
pareja les dejará por otra persona les sirve de excusa para no comprometerse.”
Retraerse es un hábito frecuente para los que sufren de filofobia.
Cuando sienten que la relación va a pasar a una etapa más sería, dejan de
visitar a su pareja, eluden sus llamadas y hasta inventan pretextos para no
verse con él o ella.
¿POR QUÉ BUSCAR AYUDA?
Si sientes que encajas con alguna de las descripciones de este
artículo, quizás sea el momento de buscar ayuda. Primeramente, porque la
filofobia sí tiene cura. Sí es posible vencer ese temor. Existen varias
terapias para combatir esta fobia.
Está la terapia cognitiva. Un terapeuta cognitivo te ayudará a
reconocer y entender el proceso mental que te lleva a sentir temor. Luego te
ayudará a implementar técnicas para detener el proceso mental destructivo y
reemplazarlo por uno constructivo.
La terapia de desensibilización afectiva es usada para fobias de todos
tipos. Consiste en exponer al paciente con el objeto o situación que le causa
miedo, en este caso relaciones románticas, hasta que se desensibiliza. El
terapeuta hasta puede valerse de la tecnología para simular esta interacción y
así prepara a la persona para situaciones de la vida real.
Muchos han tenido éxito con la Programación Neurolingüística, la
hipnoterapia, y otros métodos. Un profesional de la salud mental te podrá decir
cuál terapia sería mejor para tu caso específico. Para muchos existe cierto
tabú con visitar un psiquiatra, un psicólogo o un terapeuta. Sin embargo, no
tiene por qué ser así. Cualquiera tiene derecho a beneficiarse de las técnicas
modernas que facilitan las personas que se han especializadas en esas áreas.
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