(Síndrome de Cotard)
Según describieron los
autores, un paciente afirmaba haber muerto ahogado en un lago años antes,
aunque decía haber sido reanimado en forma de ‘zombi’ gracias a la radiación de
los teléfonos móviles. Así, sentía que aún estaba muerto, que aún estaba bajo
el agua y que todos los demás humanos habían pasado por la misma situación que
él, con lo que todos eran ahora zombis. Al preguntarle por una explicación y
justificación para su conducta violenta, el paciente argumentaba que por
supuesto es moralmente incorrecto golpear a personas vivas, ¡pero no hay nada
de malo en golpear a zombis! Además, y dentro de su delirio, no tenía miedo de
ser perseguido por la ley pues ya estaba muerto y carecía de sentimientos.
Síndrome de Cotard en
honor al neurólogo francés que lo describió más detalladamente, un cuadro
clínico que se ha observado en casos de traumatismos, esclerosis múltiple,
tumores cerebrales, tifus y esquizofrenia, entre otros.
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS
Garry Young (2012)
cuenta en su publicación en Philosophy,
Psychiatry & Psychology (2012) cuáles son las características de este
síndrome tan espectacular y que nos deja atónitos. Entre ellas destaca la
creencia de que uno no existe o que está muerto (o en ocasiones alguna de sus
partes del cuerpo). Se consideraba como
parte de un trastorno más complejo llamado ‘delirio de negación’ que
incluía también ideas suicidas, melancolía ansiosa (depresión intensa),
pensamientos de sufrir un daño grave o estar poseído, y también ilusiones de
inmortalidad.
CREENCIA DE QUE UNO NO EXISTE O QUE ESTÁ MUERTO
Como dato llamativo
está el hecho de que puedan englobarse dos de esas manifestaciones, en
principio opuestas, dentro el mismo cuadro clínico. Así, encontramos, por un
lado, la negación de la propia existencia y vida del sujeto, y por otro, la
idea de inmortalidad. Según describe Young, hay dos rasgos generales en el
síndrome que agruparían sus características clínicas. Por un lado, los pacientes presentan
depresión intensa y esto se asociaría con la melancolía y las ideas suicidas, y
por otro, los pacientes sufrirían lo que él ha descrito como un ‘cambio en la
existencialidad’, que podría mostrarse como la sensación de no existir y/o la
sensación de inmortalidad, según cada paciente. Young plantea que lo que sucede
en el síndrome de Cotard es una alteración del estado de familiaridad con
aquellos estímulos que percibe la persona, incluido ella misma.
En los intentos por
explicar la fenomenología del síndrome de Cotard desde un punto de vista más
próximo a la neurociencia, se ha demostrado que estos pacientes tienen, además,
una falta de respuesta afectiva ante las caras familiares (medido con la
respuesta de conductancia de la piel). Según Young y Leafhead (1996) el
paciente con síndrome de Cotard intenta explicarse el hecho de no sentir
emoción con un rostro conocido como consecuencia de un cambio en sí mismo (y lo
relaciona con la depresión que sufren estos pacientes), llevándole a la
conclusión de que debe estar muerto.
Otros autores como
Ramachandran y Blakeslee (1998) proponen que estos sujetos tienen una
alteración más global de las vías neurales que se proyectan al sistema límbico.
Esto conllevaría un aplanamiento en todas las respuestas afectivas a cualquier
estimulación sensorial (no solo las caras).
Tienen una falta de
respuesta afectiva ante las caras familiares
Según Ratcliffe (2008)
se habría perdido el sentimiento que todos tenemos de pertenencia o de
participación como parte del mundo. Sería la pérdida del sentimiento de
familiaridad con el mundo, así como el no sentirse dueño o poseedor de las
propias experiencias.
METABOLISMO CEREBRAL DIFERENTE
Vanessa
Charland-Verville y sus colaboradores han publicado recientemente en la revista
Cortex (2013) el caso de un paciente que, tras intentar suicidarse por
electrocución, estaba convencido de que su cerebro había muerto, a pesar de que
su mente y cuerpo seguían activos. Se le realizó un estudio neuropsicológico en
el que se evidenciaron alteraciones moderadas en la memoria inmediata y la
atención. Además, este trabajo es el primero en utilizar la tomografía por
emisión de positrones con fluorodesoxiglucosa para caracterizar el metabolismo
cerebral en un paciente con síndrome de Cotard. Los resultados de la prueba
mostraron:
Hipometabolismo (menor
consumo de glucosa) en la red cortical fronto-parietal bilateral, implicando el
precuneo y el cíngulo posterior adyacente, áreas fronto-mesiales y cíngulo
anterior adyacente, ambos lóbulos parietales posteriores y frontales
dorsolaterales, así como la unión temporoparietal derecha.
Hipermetabolismo
(mayor consumo de glucosa) en ambos tálamos, el cerebelo y el tallo cerebral.
Estas áreas son
importantes en aspectos como la consciencia y la integración de información
sobre uno mismo. Así, los autores proponen que en el síndrome de Cotard tendría
lugar una alteración profunda de aquellas áreas que participan en la
consciencia y en nuestro permanente sentido de nosotros mismos