Quienes hemos tenido
la fortuna de ser padres, sabemos que el amor que sentimos por nuestros hijos
es tan grande que no se puede explicar en unas cuantas palabras. Pero en
ocasiones, a pesar de ese inmenso amor que les prodigamos, surgen conflictos
que nos impiden una adecuada vinculación con ellos y esto a su vez hace que
surjan tropiezos en el desarrollo emocional del niño. Estos conflictos se
pueden dar por inexperiencia o por ausencias prolongadas de los padres y poco a
poco van creando un distanciamiento afectivo en la relación padre-hijo o
madre-hijo.
¿QUÉ ES LA TERAPIA DE
CONTENCIÓN?
Es un tipo de terapia
que, bajo la dirección de un terapeuta experimentado, pueden aplicar los padres
con sus hijos para sanar relaciones en conflicto. Es una nueva aproximación
terapéutica para el manejo de trastornos tales como el autismo, problemas de
límites, agresión, ansiedad, enuresis, encopresis, niños tiranos, problemas con
niños adoptados, miedos, etc.
¿EN DÓNDE SURGE LA
TERAPIA DE CONTENCIÓN?
Surge en Nueva York
con la Dra. Martha Welch y posteriormente en Alemania con la Dra. Jirina Prekop
(checa de nacimiento). Se practica en Alemania, Polonia, República Checa, Suiza
y Austria mostrando resultados positivos en intervenciones a corto plazo.
¿CUÁL ES SU OBJETIVO?
La terapia de
contención tiene como objetivo sanar relaciones en conflicto entre padres e
hijos. Dicha terapia se basa en la premisa de que hay casos en que se presentan
déficits crónicos en la vinculación madre-hijo y por tanto trastornos en la confianza
básica del niño. Esto en ocasiones genera un caos afectivo que echa a andar una
relación de ambivalencia (amor-odio). Los afectos destructivos de coraje,
tristeza, miedo, etc. no se controlan sino que estallan abruptamente.
Frecuentemente la respuesta del adulto a esta conducta es aislar al niño,
mostrar indiferencia o pegarle, reforzando aún más sus conductas destructivas.
Esta situación aumenta y se desarrolla en espiral. La terapia es una vía segura
de comunicación profunda que permite a los padres y a la pareja confiar en su
rol aumentando en ellos y en sus hijos la autoestima y potencializando su
desarrollo.
¿A QUIÉN VA DIRIGIDA
LA TERAPIA DE CONTENCIÓN?
Está dirigida a la
diada madre-hijo o padre-hijo. Consiste en establecer un intenso contacto
físico (abrazo) de la madre o el padre con el niño, bajo las instrucciones del
terapeuta. En el proceso en el que el adulto sujeta a su hijo se lleva a cabo
una apertura de sentimientos lo bastante fuerte como para romper los conflictos
de relación en los que ambos se encuentran. Dicha terapia rompe las conductas
ambivalentes de amor y odio entre ambos, proporciona a los padres un control
más efectivo de sus emociones y permite al niño entrar en un proceso de liga
afectiva (re-bonding). Los síntomas del niño tienden a desaparecer
prácticamente a partir de la primera sesión.
¿CUÁL ES LA
METODOLOGÍA?
La vinculación
madre-hijo, básica para el desarrollo de todas las potencialidades del niño y
de su seguridad, se ve afectada o lastimada provocando una serie de problemas y
trastornos. Esto se resuelve al introducir nuevamente el abrazo de manera
terapéutica, al buscar reestablecer el vínculo de amor. En principio, el
terapeuta mantendrá aproximadamente 3 entrevistas preliminares con la madre o
el padre que va a llevar a cabo la contención, en las cuales explorará la
dinámica familiar para poder detectar el origen del conflicto y preparará a la
madre o padre para afrontar el problema, resolver sus culpas y le ayudará a
adquirir la fortaleza necesaria para que pueda surgir por fin el abrazo de
contención. Después acude el niño con la madre o padre y el terapeuta dirige la
sesión en la que madre e hijo se abrazan, primero en un abrazo apretado, en el
que en ocasiones el niño quiere zafarse, pero la madre habla con él, le dice lo
que ella siente, y busca que el niño externe su enojo, sus miedos, sus
añoranzas hasta que pueda por fin el abrazo de amor, en el que el niño sienta
que está protegido por unos brazos fuertes que no lo van a soltar. Mediante la
terapia de contención (o del abrazo), es posible cambiar la dinámica de la
relación madre-hijo ante sentimientos de odio, tristeza, etc y enfrentar estos
sentimientos, en lugar de aislar o ignorar al hijo. Esto contribuye al
resurgimiento del amor que los libera ayudándolos a restablecer una vida plena
y feliz.
¿EN QUÉ CASOS
ESPECÍFICOS ES RECOMENDABLE LA TERAPIA DE CONTENCIÓN?
Se recomienda en los
siguientes casos: Vinculación deficiente por separación prolongada de la madre
(hospitalización, incubadora, viajes largos, trabajo de jornadas prolongadas,
etc.) Depresión, miedo (incluso miedo al contacto físico y al abandono) Autismo
Niños con sentimientos de rechazo, falta de confianza básica y seguridad
Trastornos psicosomáticos (neurodermatitis, asma, frecuentes cuadros
infecciosos, etc.) Agresión contra sí mismos y contra los demás. Trastornos del
sueño y de la alimentación. Hiperquinesia, hiperactividad. Enuresis,
encopresis. Todas las relaciones en que los padres sientan que el amor no fluye
libremente (conflictos profundos de ambivalencia amor-odio, franco rechazo y
fuerte aislamiento).
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