El término Narcisismo
hace referencia al mito de Narciso. Narciso era un joven que al ver su imagen
reflejada en un lago, cayó perdidamente enamorado de esa imagen, más cuando
quería acercarse a ésta, la imagen desaparecía. Hasta que un día en un intento
de apropiarse de ella, se lanzó al lago, muriendo ahogado. Este mito o leyenda
nos quiere enseñar como el exagerado amor por uno mismo puede llevarnos a
nuestra propia destrucción, así como la incapacidad de amar a otros.
En 1899 Paul Näque
utiliza este término para describir al individuo que toma como objeto sexual su
propio cuerpo y lo contempla con agrado, lo acaricia y besa, hasta llegar a una
completa satisfacción. Llevado a este punto el narcisismo constituye una
perversión.
Aunque esta definición
hace referencia a una perversión en el sujeto adulto el Psicoanálisis descubre
que en una etapa de la vida de todo ser humano, en la infancia, el niño muestra
conductas de este narcisismo, tomándose a sí mismo como objeto amoroso. Este
narcisismo infantil atribuible a la supervivencia, es una característica
infantil de la personalidad.
Todo hemos sido
narcisistas. Así algunas características de este narcisismo infantil luego
pueden perdurar en la vida de los sujetos adultos.
El narcisismo, en su
justa medida, ayuda a llevar a buen
término un proyecto, por que es el que nos hace creer en nosotros mismos, creer
en nuestras fuerzas y valores. Pero cuando es excesivo puede deteriorar
cualquier sistema operativo social. El narcisismo no deja de ser una postura defensiva
del yo. Cuando la palabra “yo” adquiere importancia en el discurso de un
sujeto, debemos de pensar que existe un trastorno narcisista.
EL LÍMITE AL
NARCISISMO PROPIO ES EL AMOR A LOS DEMÁS.
EL NARCISISMO EN LA
PAREJA
En la pareja el
narcisismo se manifiesta mediante una intolerancia psíquica a las diferencias.
Queremos que el otro sea igual a nosotros. La mayoría de las relaciones de
pareja son relaciones de espejo, donde trato al otro como si fuera una
proyección mía. Por ejemplo, en el Mito de la media naranja, que explica la
búsqueda de otro ser que sea exactamente igual a mí para, entre los dos, poder
formar una naranja entera, hay una clara anulación de las diferencias.
La etapa de
Enamoramiento que precede a toda relación de pareja, sería el estado de la
relación donde el sujeto renuncia absolutamente a su narcisismo, solo teniendo
ojos para el otro. En esta etapa, las diferencias no se perciben de forma
negativa, todo lo que el otro hace o dice es perfecto. El enamorado es capaz de
hacer cualquier cosa por su amado/a, y el no poder estar con él o ella, lo
puede llevar a sufrir mucho o a sentirse desgraciado/a. La etapa de
enamoramiento desaparece cuando empiezo a ver que el otro no es perfecto. Es
aquí cuando las diferencias pueden empezar a producir discrepancias, y
tolerarlas o no nos hará tener una relación de pareja satisfactoria.
Lo que más nos cuesta
incluir es que el otro es diferente a mí, y por esta razón surgen la mayoría de
discusiones que tienen las parejas. Desde molestarle como coloca los utensilios
del baño el cónyuge, hasta la forma en que se relaciona con los demás, viene
precedido por esta anulación de las diferencias. Si el otro no se comporta como
yo, o no piensa como yo, es tomado como una crítica a nuestra forma de hacer
las cosas, y nos ponemos a la defensiva. Nos es más fácil ver el error en el
otro que en nosotros mismos.
Pero ¿por qué nos
cuesta tanto aceptar que el otro es diferente a mí? Esto tiene que ver con las
Resistencias narcisistas inconscientes del Yo. La diferencia con el otro es
vivida como una crítica a las propias costumbres, maneras, etc., y escucharle
es una invitación a modificarlas. Esto nos pone a la defensiva y nos genera
agresividad. Escuchar al otro, lo que el otro tiene que decir, nos pondría ante
nuestra forma de pensar y hacer las cosas, y la posibilidad de cambiar se nos
antoja como negativa. Ante ello las resistencias narcisistas se atrincheran
para no dejar que nada del otro me toque, que nada del otro entre, y tratar de
imponer sobre el otro mi forma de pensar y hacer las cosas. Es curioso porque
no existiendo dos cosas más diferentes que una persona de otra, nos
relacionamos como si fuéramos iguales.
En esta no renuncia de
uno mismo, no queda espacio para incluir lo diferente que el otro te puede
aportar. Nuestro narcisismo no deja espacio para incluir las diferencias. Lo
que trato todo el tiempo es que algo mío permanezca y que caiga por encima del
otro.
Las resistencias
narcisistas infantiles quieren seguir siempre siendo iguales, es lo que
empobrece la relación de pareja.
Si no te desprendes de
cosas de ti permaneces como en un estado de inmortalidad que es lo que acaba
aburriendo a las parejas.
Estas resistencias
narcisistas infantiles del Yo, son las que explican que lo primero que nos
produce las diferencias con los demás es rechazo: diferencias raciales, de
opinión, de clase, de educación. Y en el terreno de la pareja diferencias en la
forma de ser, de hacer, de amar.
CÓMO AFRONTAR EL
NARCISISMO EN LA PAREJA
1º. TOLERANDO LAS
DIFERENCIAS
2º. HACIENDO PACTOS
1º TOLERAR LAS
DIFERENCIAS SUPONE PENSAR QUE EL OTRO ES DIFERENTE A MÍ. Que hace, piensa y
dice las cosas de una manera diferente no porque tenga algo contra mí, sino
porque es un ser distinto. Las diferencias con el otro son las que nos
posibilitan crecer en la pareja. Hay que buscar algo diferente para que eso sea
distinto.
2º Y CUANDO LAS
DIFERENCIAS SON IRRECONCILIABLES LOS PACTOS NOS PERMITEN TOLERAR ESAS
DIFERENCIAS.
A continuación vamos a
exponer un ejemplo de un pacto con respecto al tema de la fidelidad en una
pareja. Una pareja puede tener ideas muy distintas sobre este aspecto. Esto no
significa nada más que son diferentes. Así, uno puede tener una idea de
fidelidad más abierta, donde se incluyen las relaciones con los demás, donde se
acepta que el otro sienta deseos hacia otras personas pero quedan excluidas las
relaciones sexuales fuera de la pareja. El otro miembro, por otro lado, puede
tener una idea de fidelidad más cerrada, donde en la relación solo entran nada
más que los miembros de la pareja, y hay que evitar las innumerables
tentaciones que la vida nos presenta. Estas diferencias pueden ocasionar
situaciones conflictivas donde si no se toleran, uno tratará de imponer al otro
su idea de fidelidad. En los pactos, una pareja puede acordar el significado de
fidelidad para ambos, teniendo en cuenta los aspectos e ideas de los dos. En
caso de que uno de los miembros fuese infiel romperá el pacto que la pareja ha
establecido, no conllevando, necesariamente, la ruptura de la relación y
teniendo mejor pronóstico y resolución que cuando no existe el pacto. Una
ruptura de un pacto también puede estar poniendo sobre la mesa la necesidad de
un nuevo pacto, que ambos miembros habrán de acordar.
La Terapia de pareja
es una herramienta eficaz que posibilita a los cónyuges hablar de sus
diferencias, trabajar sobre el narcisismo de ambos favoreciendo la tolerancia
de ser diferentes, así como la posibilidad de hacer pactos.
Resumiendo todo lo que
hemos hablado podemos decir que los problemas de las parejas no dejan de ser
los problemas que tiene el sujeto con el mundo, que es tolerar a los otros.
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