miércoles, 14 de mayo de 2014

EL NARCISISMO Y RELACIONES DE PAREJA



El término Narcisismo hace referencia al mito de Narciso. Narciso era un joven que al ver su imagen reflejada en un lago, cayó perdidamente enamorado de esa imagen, más cuando quería acercarse a ésta, la imagen desaparecía. Hasta que un día en un intento de apropiarse de ella, se lanzó al lago, muriendo ahogado. Este mito o leyenda nos quiere enseñar como el exagerado amor por uno mismo puede llevarnos a nuestra propia destrucción, así como la incapacidad de amar a otros.

En 1899 Paul Näque utiliza este término para describir al individuo que toma como objeto sexual su propio cuerpo y lo contempla con agrado, lo acaricia y besa, hasta llegar a una completa satisfacción. Llevado a este punto el narcisismo constituye una perversión.

Aunque esta definición hace referencia a una perversión en el sujeto adulto el Psicoanálisis descubre que en una etapa de la vida de todo ser humano, en la infancia, el niño muestra conductas de este narcisismo, tomándose a sí mismo como objeto amoroso. Este narcisismo infantil atribuible a la supervivencia, es una característica infantil de la personalidad.

Todo hemos sido narcisistas. Así algunas características de este narcisismo infantil luego pueden perdurar en la vida de los sujetos adultos.

El narcisismo, en su justa  medida, ayuda a llevar a buen término un proyecto, por que es el que nos hace creer en nosotros mismos, creer en nuestras fuerzas y valores. Pero cuando es excesivo puede deteriorar cualquier sistema operativo social. El narcisismo no deja de ser una postura defensiva del yo. Cuando la palabra “yo” adquiere importancia en el discurso de un sujeto, debemos de pensar que existe un trastorno narcisista.

EL LÍMITE AL NARCISISMO PROPIO ES EL AMOR A LOS DEMÁS.
EL NARCISISMO EN LA PAREJA
En la pareja el narcisismo se manifiesta mediante una intolerancia psíquica a las diferencias. Queremos que el otro sea igual a nosotros. La mayoría de las relaciones de pareja son relaciones de espejo, donde trato al otro como si fuera una proyección mía. Por ejemplo, en el Mito de la media naranja, que explica la búsqueda de otro ser que sea exactamente igual a mí para, entre los dos, poder formar una naranja entera, hay una clara anulación de las diferencias.
La etapa de Enamoramiento que precede a toda relación de pareja, sería el estado de la relación donde el sujeto renuncia absolutamente a su narcisismo, solo teniendo ojos para el otro. En esta etapa, las diferencias no se perciben de forma negativa, todo lo que el otro hace o dice es perfecto. El enamorado es capaz de hacer cualquier cosa por su amado/a, y el no poder estar con él o ella, lo puede llevar a sufrir mucho o a sentirse desgraciado/a. La etapa de enamoramiento desaparece cuando empiezo a ver que el otro no es perfecto. Es aquí cuando las diferencias pueden empezar a producir discrepancias, y tolerarlas o no nos hará tener una relación de pareja satisfactoria.
Lo que más nos cuesta incluir es que el otro es diferente a mí, y por esta razón surgen la mayoría de discusiones que tienen las parejas. Desde molestarle como coloca los utensilios del baño el cónyuge, hasta la forma en que se relaciona con los demás, viene precedido por esta anulación de las diferencias. Si el otro no se comporta como yo, o no piensa como yo, es tomado como una crítica a nuestra forma de hacer las cosas, y nos ponemos a la defensiva. Nos es más fácil ver el error en el otro que en nosotros mismos.

Pero ¿por qué nos cuesta tanto aceptar que el otro es diferente a mí? Esto tiene que ver con las Resistencias narcisistas inconscientes del Yo. La diferencia con el otro es vivida como una crítica a las propias costumbres, maneras, etc., y escucharle es una invitación a modificarlas. Esto nos pone a la defensiva y nos genera agresividad. Escuchar al otro, lo que el otro tiene que decir, nos pondría ante nuestra forma de pensar y hacer las cosas, y la posibilidad de cambiar se nos antoja como negativa. Ante ello las resistencias narcisistas se atrincheran para no dejar que nada del otro me toque, que nada del otro entre, y tratar de imponer sobre el otro mi forma de pensar y hacer las cosas. Es curioso porque no existiendo dos cosas más diferentes que una persona de otra, nos relacionamos como si fuéramos iguales.

En esta no renuncia de uno mismo, no queda espacio para incluir lo diferente que el otro te puede aportar. Nuestro narcisismo no deja espacio para incluir las diferencias. Lo que trato todo el tiempo es que algo mío permanezca y que caiga por encima del otro.

Las resistencias narcisistas infantiles quieren seguir siempre siendo iguales, es lo que empobrece la relación de pareja.

Si no te desprendes de cosas de ti permaneces como en un estado de inmortalidad que es lo que acaba aburriendo a las parejas.

Estas resistencias narcisistas infantiles del Yo, son las que explican que lo primero que nos produce las diferencias con los demás es rechazo: diferencias raciales, de opinión, de clase, de educación. Y en el terreno de la pareja diferencias en la forma de ser, de hacer, de amar.

CÓMO AFRONTAR EL NARCISISMO EN LA PAREJA
1º. TOLERANDO LAS DIFERENCIAS
2º. HACIENDO PACTOS

1º TOLERAR LAS DIFERENCIAS SUPONE PENSAR QUE EL OTRO ES DIFERENTE A MÍ. Que hace, piensa y dice las cosas de una manera diferente no porque tenga algo contra mí, sino porque es un ser distinto. Las diferencias con el otro son las que nos posibilitan crecer en la pareja. Hay que buscar algo diferente para que eso sea distinto.
2º Y CUANDO LAS DIFERENCIAS SON IRRECONCILIABLES LOS PACTOS NOS PERMITEN TOLERAR ESAS DIFERENCIAS.
A continuación vamos a exponer un ejemplo de un pacto con respecto al tema de la fidelidad en una pareja. Una pareja puede tener ideas muy distintas sobre este aspecto. Esto no significa nada más que son diferentes. Así, uno puede tener una idea de fidelidad más abierta, donde se incluyen las relaciones con los demás, donde se acepta que el otro sienta deseos hacia otras personas pero quedan excluidas las relaciones sexuales fuera de la pareja. El otro miembro, por otro lado, puede tener una idea de fidelidad más cerrada, donde en la relación solo entran nada más que los miembros de la pareja, y hay que evitar las innumerables tentaciones que la vida nos presenta. Estas diferencias pueden ocasionar situaciones conflictivas donde si no se toleran, uno tratará de imponer al otro su idea de fidelidad. En los pactos, una pareja puede acordar el significado de fidelidad para ambos, teniendo en cuenta los aspectos e ideas de los dos. En caso de que uno de los miembros fuese infiel romperá el pacto que la pareja ha establecido, no conllevando, necesariamente, la ruptura de la relación y teniendo mejor pronóstico y resolución que cuando no existe el pacto. Una ruptura de un pacto también puede estar poniendo sobre la mesa la necesidad de un nuevo pacto, que ambos miembros habrán de acordar.

La Terapia de pareja es una herramienta eficaz que posibilita a los cónyuges hablar de sus diferencias, trabajar sobre el narcisismo de ambos favoreciendo la tolerancia de ser diferentes, así como la posibilidad de hacer pactos.


Resumiendo todo lo que hemos hablado podemos decir que los problemas de las parejas no dejan de ser los problemas que tiene el sujeto con el mundo, que es tolerar a los otros.

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